Primera fotografía:Candelario
Segunda fotografía:La Alberca
Tercera fotografía:Mogarraz
Cuarta fotografía:Peña de Francia
Llega el viernes y comienzan los nervios por el nuevo viaje. Hay que preparar todo lo necesario en la autocaravana para poder salir pronto, lo más pronto posible hacia la “libertad.” Carreras por la casa, para recoger las últimas prendas de ropa según la temporada y llevar alimentos fáciles de preparar en la pequeña cocina.
Llega la hora de la esperada salida y ¡nos vamos de viaje! Creo que tengo suerte, soy consciente de que muchas personas no pueden salir así de sus casas, ¡a la aventura! Tal vez no todo el mundo esté preparado para estos viajes relámpago. A mí me gustan.
El viaje siempre tiene algún destino pensado de antemano, pero puede dar giros inesperados, bien por el tiempo que pueda hacer o porque al pasar por algún lugar llame nuestra atención y decidamos curiosear por él.
Nuestro viaje esta vez se dirige hacia Candelario en la Sierra de Béjar (Salamanca). Está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España desde el 2015. De este pueblecito llaman la atención sus calles con empinadas cuestas y calles recorridas por regaderas, que son pequeños canales con agua limpia que baja de la sierra. También me resultó muy curioso ver las “batipuertas” de las casas que son una media puerta que antecede el acceso a la vivienda. Parece ser que servía para proteger la vivienda de las grandes nevadas y también se dice que permitían airear la vivienda sin temor a que entrasen a la casa animales que podían andar sueltos por las calles. En general es un pueblo muy bonito con iglesias, ermitas y casas muy bellas, que merece ser recorrido.
Al día siguiente nos fuimos hacia La Alberca, también en Salamanca. Este pueblo se encuentra en la Sierra de Francia y ha sido declarado “Conjunto Histórico-Artístico” por su gran belleza. Las casas que se ven en el recorrido por sus calles y plazas de ambiente medieval constan de vigas de madera, tejados de pizarra y balcones cargados de macetas y flores de múltiples colores. Su punto clave es la Plaza Mayor, que sirve como corazón del pueblo desde donde parten sus laberínticas calles.
El domingo fuimos a visitar el singular pueblo de Mogarraz. Al igual que La Alberca forma parte del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Este lugar te traslada a la época medieval, por sus calles estrechas. Una de las señas distintivas del pueblo y que nunca había visto antes en ningún otro lugar son las fachadas decoradas con grandes retratos de los vecinos que vivieron allí. Esto hace que el propio pueblo se haya convertido en un museo al aire libre. Parece que esas personas te miren, sintiéndote un poco extraño. Pero a la vez creo que sirve para no olvidar a todas esas personas que ya no están y que han dejado un pedacito suyo a través de sus retratos para el recuerdo.
Visitamos más tarde la Peña de Francia, que es una montaña de casi 1.723 metros de altitud, siendo el punto más alto de toda la comarca. Para llegar arriba hay que recorrer una carretera estrecha y llena de curvas con unas preciosas vistas de todo el valle. Arriba se sitúa el Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, construido en piedra de la misma montaña. También hay un hotel y un monasterio. El viento sopla muy fuerte y el paisaje es espectacular. Se ven los valles profundos, bosques de encinas y castaños, riscos, cortados de piedra, montes y pueblos diminutos en la inmensidad. También me gustó ver las grandes aves volando delante de mí, planeando sin mover sus alas durante minutos. Bella y relajante visión.
Nuestro viaje a estas fabulosas tierras ha sido muy grato y nos quedamos con bellos recuerdos.
Ana Rosa González



