Primera fotografía:Parque acuatico de Amarante
Segunda fotografía:Costa Nova
Tercera fotografía: Praia Nova
En esta ocasión el viaje será el más largo que hemos hecho en la autocaravana. ¡Serán nuestras vacaciones de verano!
Salimos después de comer dirección hacia una ciudad llamada Amarante en el distrito de Oporto en Portugal. Tardamos en llegar unas dos horas y media y nos dirigimos directamente hacia el aparcamiento de un parque acuático que es de los más grandes de la península ibérica. Era un lugar con mucho espacio para los coches. Había ya varias autocaravanas y campers aparcadas y buscamos un buen sitio para pasar la noche. ¡Al día siguiente seríamos de los primeros en entrar al parque!
Nos despertamos y después de desayunar nos dirigimos a la entrada del parque acuático. En un momento vimos como llegaban cantidad de coches y llenaron el aparcamiento en un abrir y cerrar de ojos. Aquello se llenaba y ya tuvimos que hacer una pequeña cola, pero al poco estábamos dentro. Hacía un día estupendo y se preveían altas temperaturas. Pasamos el día subiendo y bajando de los toboganes, piscinas diversas, tubos, flotadores y olas … ¡agua por todas partes! Lo pasamos genial.
Tras salir de allí nos fuimos hacia una zona llamada “Costa Nova” donde había un montón de autocaravanas preparadas para pasar la noche. Tuvimos suerte y aparcamos delante del único chiringuito de la zona, así pudimos tomarnos un refresco antes de dormir.
Por la mañana fuimos caminando hasta la zona turística de Costa Nova que es un pequeño pueblo costero cerca de Aveiro, famoso por sus casas a rayas de colores. Antiguamente eran almacenes de pescadores y hoy están pintadas de vivos colores a rayas verticales u horizontales. Están sobre la avenida principal junto a la ría y son perfectas para fotografiar y pasear junto a ellas. Vimos también el mercado cubierto con pescado fresco, mariscos y frutas.
Comimos en un restaurante de la zona y luego visitamos la playa, muy amplia y de arena dorada, aunque había mucho viento.
Por la tarde nos fuimos a visitar Aveiro y montamos en uno de los barcos típicos llamados “moliceiros”; son como góndolas pintadas a mano en tonos muy coloridos y recorren los canales de la ciudad durante una hora aproximadamente. Luego, recorrimos parte de Aveiro a pie. Bella ciudad con calles peatonales, tiendas y terrazas con gran ambiente local.
Finalmente nos fuimos a dormir a un camping en una zona cercana.
Al día siguiente paseamos por unas pasarelas de madera entre las dunas y vimos la gran playa de Barra (Praia da Barra) de unos 2 Km de longitud de arena continua frente al océano Atlántico.
Pasamos la tarde en otro parque acuático más pequeño y luego vimos la puesta de sol en la playa, fotografiando e inmortalizando el momento en el que el gran astro sol desaparece tras el mar.
En nuestro último día en tierras portuguesas fuimos a ver el “Museu do Brincar” en la localidad de Vagos. Es un lugar encantador, ideal si vas con niños ó si te interesa la nostalgia de la infancia. Es un museo dedicado al juguete y al juego. Tiene una gran colección de piezas relacionadas con la infancia: juguetes de madera, de lata, de plástico, material escolar antiguo, literatura infantil, etc. Hay espacios interactivos, disfraces utilizables, teatro de marionetas, escuela y casitas a tamaño natural. Una delicia de sitio.
Tras esta visita, volvemos de regreso a nuestro querido León.
Ana Rosa González
