Reflexión - Plenitud
Ansiamos, Jesús, plenitud. Y a por ella nos lanzamos; te pedimos, como Juan y su hermano, estar en tu reino a tu lado para obtener los beneficios; los que otros no han logrado. Son privilegios de honor, reconocimiento malsano porque endurecen el alma. ¿Esa plenitud anhelamos? Eso que dices, Jesús: de nuevo ser “bautizados”; y de servir, de ser esclavos… ¿Qué nos presentas? No “pillo” esos vocablos. Oigo a Jesús que me dice: El amor es lo que cuenta, el que vives paso a paso: unas veces sonriendo, otras trabajando; y sirviendo a quien te llama y, porque le amas, dejando la vida: «esclavo». El amor es lo que cuenta. El amor nos plenifica. El amor sea a quien sea me lleva más que nunca a tu lado. ¿No es eso lo que quería? Solo que ahora, sin privilegios, sin fuerzas. Por puro amor, a ti y a los hombres, por siempre, Jesús, a tu lado.

Sor Rosa