Caminan por la calle enamorados
cruzando diestramente sus miradas,
sus cuerpos como perchas encorvadas,
corazones entre ambos destinados.
Se encuentran extraviadas las memorias,
permanecen los sueños atrapados,
recuerdan a los hechos consumados
que forman buen pedazo de esta historia.
Un pasado difícil, trabajoso,
catorce hijos criados, bastantes nietos.
Un perfil en su vida decoroso,
una austera experiencia con aprietos.
Ansiosa juventud, con matiz brioso,
la senectud que oculta sus secretos.
Ana Rosa Gutiérrez Álvarez
