Poema - Mi Ángel
Ruego no perder mi razón ni la solitaria parte de la compasión pues surcos de emociones Y avalanchas de ilusiones se apoderan de mi atención. Me consumen los sueños yaciendo pobre mientras surco la paz del devenir volando al ras del viento. Mariposas revolotean animadas de rozar los cielos. Sin embargo las alturas acentúan sus miedos Mas ¿Quién le enseñó su hermosura al universo? ¿Quién prestó su conocimiento para conseguir algo sin complejos? ¿Quién permitió aquello que siento? Porque mi dios vibra conmigo bajo la empatía de amar existiendo pero mi escritura libera lo que mi alma alberga. Bajo un océano de insultos hundo los comentarios sin sentido pues aquello que no nutre a una semilla no debería poder alimentarla. Por ello la dicha me abraza bajo el regazo de un ángel ajeno. Ángel humano ángel de mis recuerdos ángel que camina conmigo incluso cuando no duermo. Ángel que alimenta mi sentido dándole forma a lo que siento. Pues mi ángel sangra llora siente rabia. Mi ángel no es perfecto tan solo evoluciona y cambia. Tan solo sobrevive como el resto. Es una carcajada relajada un abanico de colores incluso cuando no está en calma. Mi ángel tiene nombre y apellidos heredados de un mundo perecedero. Es la paz cuando la tormenta me alcanza. Es mi confianza cuando esta no avanza. Mi ángel no es un ente con alas blancas. Toda esa parafernalia no le hace falta. Mi ángel es como tú y yo de carne y hueso tangible al alba. Es quién me ha enseñado que la humanidad no está acabada pues aún existen personas que son ángeles. Sin importar las veces que la vida los trata como si no valieran nada.

María de los Ángeles Diez Rodríguez