Una relación sana debe estar asentada en cuatro pilares esenciales: el respeto, la empatía, la sinceridad y la confianza.
En las relaciones afectivas renunciamos a establecer límites para conservar la paz. Es un error. Poner límites es necesario para ponernos en valor, respetarnos y que nos respeten. Cuando nos faltan al respeto y lo consentimos, nos convertimos en lo que toleramos, olvidando lo que somos.
Todos cometemos errores y son parte de nuestro crecimiento. Dejar que nuestros errores nos definan o consentir que otros los utilicen para manipularnos es otorgarle a la soberbia, la fortaleza de los débiles, el poder para erigirse en controlador de nuestra vida.
Ana Cristina Pastrana

Gracias por recordarnos la importancia de los límites.