Primera fotografía: Espinosa de los Monteros (Burgos)
Segunda fotografía: Orbaneja del Castillo (Burgos)
Hace tiempo pensaba que las autocaravanas eran para los jubilados, es decir, personas con muchísimo tiempo libre y que podían viajar por todo el mundo sin preocupaciones. Esa era mi percepción.
Por casualidad visité una feria de muestras en Asturias y empecé a tener otra idea. Eran como pequeños apartamentos con todo lo necesario para vivir … cocina, baño con su ducha, una o varias camas, garaje…. me quedé perpleja y me picó el gusanillo de la curiosidad.
A la vez, veía como en playas, campos o parkings de ciudades se reunían un montón de estos vehículos y esas personas podían estar hoy aquí y mañana en otro lugar, donde les apeteciera….
Esto me abrió la mente y pensé … ¡esto es un descubrimiento! ¡Es como tener un pequeño apartamento en todas partes!
Me decidí a probar algo así que tanto llamaba mí atención y alquilé una en un puente de cuatro días y me fui a conocer diferentes pueblos de Castilla y León. Eran lugares que si no vas allí expresamente, no pasas por ellos. Siempre me ha gustado viajar, pero mis viajes iban a un destino concreto: playa o ciudades. El objeto del viaje era llegar a ese lugar, conocerlo y disfrutarlo. Pero la autocaravana me abrió una nueva manera de viajar. Puedo decir que la experiencia me gustó tanto que me decidí a comprar una. ¡Si! Solo con ese pequeño viaje, lo supe.
Ahora viajo de manera diferente a como lo hice toda la vida. ¡El destino es lo de menos! Decido una zona para conocer con algún lugar de tantos como hay en España que me gustaría descubrir porque he oído o leído que hay algo interesante. Pero la aventura comienza desde que arrancas el motor porque ¡puedes parar donde quieras y cuando quieras! No hay maletas, ni horarios de llegada a un hotel, a un restaurante a cenar, puedes cambiar de rumbo si así lo decides, si acaso el lugar por el que pasas llama tu atención … te quedas allí y lo conoces mejor. Es la libertad que se siente lo que me llena el alma. Es la desconexión que me hace sumergirme en la carretera y mirar los paisajes tan distintos y bellos de esta España nuestra. Mis viajes son cortos porque mi trabajo me requiere, pero me parecen como si me hubiera pasado quince días de relax absoluto.
El gran descubrimiento de los viajes en autocaravana no ha sido solo encontrar una nueva forma de moverse, fue abrir una ventana a un mundo lleno de posibilidades y lo mejor es que hay muchos lugares por descubrir …. ¡El mundo entero!
Ana Rosa González

